Según recordó Alemañy, la producción de estos dos modelos de la automotriz forma parte de una inversión de 500 millones de pesos anunciada en agosto de 2007 al entonces presidente Néstor Kirchner.
En su exposición, seguida atentamente por la Presidenta, Alemañy hizo hincapié en que la actual fortaleza del sector es posible a la "recuperación y crecimiento de la economía argentina", así como en la "calidad y costos competitivos".
En ese sentido, planteó la necesidad de "mantener los costos en dólares" para poder "crecer y mantener los mercados", o "aumentar la productividad para compensar las subas en los costos" y mejorar la competitividad del sector.
El directivo anunció además un aumento de 20 por ciento en la capacidad de producción de la planta, que permitirá producir hasta 420 vehículos por día, y alcanzar así un récord de 100 mil unidades anuales.
Por su parte, el titular de la empresa para Sudamérica, Marcos de Oliveira, destacó la "relación madura" alcanzada por la empresa con todos los sectores en la Argentina y explicó que la planta argentina cumple un "rol fundamental" en la "estrategia de complementariedad" instaurada por Ford para sus filiales.
Asimismo, afirmó De Oliveira, el comienzo de la producción del nuevo Focus en la Argentina -a sólo seis meses del lanzamiento en Europa- "permitirá abastecer a todo el mercado latinoamericano".