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El PAPA le pide a Bush priorizar la diplomacia sobre la guerra

Benedicto XVI fue recibido hoy con honores durante una ceremonia en la Casa Blanca en la que más de 13.000 personas reunidas en el Jardín Sur le cantaron el "feliz cumpleaños", y aunque evitó mencionar a Irak, el Papa aprovechó la ocasión para pedir al presidente George W. Bush priorizar la diplomacia sobre la guerra.
Tras una de las bienvenidas más multitudinarias y pomposas en la historia de la Casa Blanca, el Papa se reunió con Bush en privado en el Salón Oval, donde le pidió un "trato humano" para el inmigrante latinoamericano y trató "otros asuntos" de la situación en América Latina, según un comunicado conjunto de ambos líderes.

El parte oficial hizo hincapié en las coincidencias entre Bush y Benedicto XVI en temas como la oposición al aborto, matrimonio entre homosexuales e investigación con células madre, y evitó mencionar las áreas en las que la Santa Sede está en desacuerdo con Washington, como Irak, la pena de muerte y el embargo a Cuba.

Sin embargo, el comunicado sí incluyó lo que se interpretó como veladas advertencias del Papa contra ciertas políticas, como las inquietudes que el Pontífice había anticipado que expresaría sobre el trato del inmigrante latinoamericano o sobre los métodos de interrogatorios demasiado duros de los que se acusa a la CIA.

"El Santo Padre y el Presidente también consideraron la situación en América Latina, con referencia, entre otros asuntos, a los inmigrantes, y la necesidad de una política coordinada respecto de la inmigración, especialmente su tratamiento humano y el bienestar de sus familias", dijo el comunicado conjunto.

El texto señaló que ambos líderes "reafirmaron su rechazo total" al uso del terrorismo, pero también dijo que Bush y el Papa "coincidieron en la necesidad de confrontar el terrorismo con medidas apropiadas que respeten la persona humana y sus derechos".

La visita de Benedicto XVI fue la segunda de la historia de un Papa a la Casa Blanca y la primera de Joseph Ratzinger desde que fue elegido Pontífice, en 2005.

Antes de la reunión en privado, en un discurso en el Jardín Sur de la Casa Blanca, el Papa destacó los "pacientes esfuerzos de la diplomacia para resolver conflictos", en lo que se interpretó como un velado pedido a Bush a no volver a usar la fuerza militar como en Irak, una guerra a la cual el Vaticano se opuso.

"Estados Unidos tradicionalmente se mostró generoso en satisfacer necesidades humanas inmediatas", dijo el Papa en su alocución, tras una ceremonia de bienvenida que incluyó salvas de dos cañones y que estuvo rodeada de una pompa inusual incluso para un lugar acostumbrado a recibir reyes y otros líderes mundiales.

"Confío en que esta preocupación por la gran familia humana siga encontrando expresión en el apoyo a los pacientes esfuerzos de la diplomacia internacional para resolver conflictos y promover progreso", agregó el Pontífice en el marco de una visita de seis días a Estados Unidos, según informó la agencia de noticias DPA.

La primera jornada completa de su visita a Estados Unidos como jede de Estado del Vaticano y líder espiritual de los católicos romanos de todo el mundo coincidió con su cumpleaños número 81.

Banderas estadounidenses y del Vaticano ondeaban al viento colgadas de faroles en la Casa Blanca. El Jardín Sur estaba desbordado por la mayor multitud de las dos presidencias de Bush, tan grande que fue necesario poner pantallas gigantes para que los que estaban al fondo pudiesen seguir la ceremonia.

Grupos de Boy y Girl Scouts y miembros de la organización católica estadounidense Caballeros de Colón aportaron el colorido de sus vistosos uniformes. Miles de personas llenaron también las calles de Washington, tocando música y agitando banderas hasta que, más tarde, pudieron ver al Papa pasar en su papamóvil.

Benedicto XVI llegó en su limusina y fue recibido por Bush y su esposa, Laura, al bajar del vehículo. Ambos líderes caminaron por sobre una alfombra roja hasta una plataforma levantada en el Jardín, y se sentaron lado a lado mientras una banda tocaba el himno del Vaticano y dos cañones disparaban 21 humeantes salvas.

Cuatro niños se sentaron en el césped con carteles, uno que decía "Te amamos Papa de la Esperanza" y otro con el dibujo de una torta de cumpleaños con un 81 sobre ella. El "feliz cumpleaños" se cantó espontáneamente primero al inicio de la ceremonia, y se volvió a cantar más fuerte y más formalmente al final del acto.

El Papa dijo antes de su visita que estaba ansioso de encontrarse con "un gran pueblo y una gran iglesia" en su primer viaje a Estados Unidos, que coincide no sólo con su cumpleaños sino con su tercer aniversario de su elección como Pontífice.

Dar alimento espiritual al rebaño estadounidense es una importante misión para el Papa, no sólo por el escándalo que rodea a la Iglesia Católica en Estados Unidos por los casos de pedofilia de sacerdotes, sino además en el marco de su campaña por combatir el secularismo y hacer renacer la fe en todo el mundo.

"Confío en que mi presencia sea una fuente de renovación y esperanza para la Iglesia de Estados Unidos", dijo el Papa, sentado junto a Bush.

Mañana, Benedicto XVI ofrecerá una misa en un estadio de béisbol en Washington y participará de distintas reuniones.

El viernes partirá hacia Nueva York, donde visitará la ONU y se reunirá con su secretario general, Ban Ki-Moon, e irá a la Zona Cero, donde fueron perpetrados los atentados del 11 de septiembre de 2001. (Télam)

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