El lugar elegido es clave, ya que se trata de un corredor muy utilizado por los jóvenes que concurren a boliches y bares de la Costanera, en Capital, y de la zona del Bajo, en Vicente López. Los puntos en que se instalarán los puestos permitirán controlar un área particularmente conflictiva, en la que en los últimos años se registraron varios accidentes fatales, en muchos casos provocados por conductores que manejaban alcoholizados o corrían picadas por las avenidas al salir de los boliches.
Sobre la iniciativa conjunta, el Director de Seguridad Vial del Gobierno de la Ciudad, Pablo Martínez Carignano, explicó: "En Capital vamos a controlar los autos que pasan a Provincia y allí controlarán a los que vienen hacia Capital. Va a haber una coordinación con Vicente López porque muchas veces los efectos en una jurisdicción tienen que ver con causas originadas en otra. El proyecto es replicar esto en otros accesos a Capital, en conjunto con municipios del área metropolitana, como San Martín y Tres de Febrero".
Los puestos de control apuntan a multar y, en los casos en que así se determine, secuestrar los autos de los conductores que manejen alcoholizados. "Más de la mitad de las multas que realizamos en operativos nocturnos se deben a conductores que presentan un exceso de alcohol en su cuerpo. Y desde el Gobierno porteño, lógicamente, también están preocupados", explicó el Director de Tránsito de Vicente López, Luis Fusco.
Del lado correspondiente a Provincia se instalarán unos 10 inspectores de tránsito, un patrullero y tres motos de la Policía vial bonaerense. En Capital, habrá dos policías, tres agentes del cuerpo de tránsito y un fiscalizador de seguridad vial.
