En el juicio que se desarrollaba se acusaba a un joven de haber atropellado a otro con un carrito de golf. Dalbón estaba disconforme con la resolución tomada por el tribunal al dar por muerto al imputado, aceptando que había sido arrollado por un tren y su cuerpo era irreconocible.
El abogado solicitó al juez que solicite la comparecencia del imputado, pero el pedido le fue negado. Ante esa situación surgió la discusión que terminó con Dalbón detenido.
“El juez estaba muy nervioso”, dijo Dalbón y consideró que “lo más conveniente para su carrera judicial es que pida disculpas por lo que hizo”.