En su discurso, Díaz afirmó que la reforma "más grande" del SPB "fue mejorar la relación humana. Lo que uno puede respirar dentro de las cárceles es el mejor trato entre el personal y los detenidos".
"Se puede percibir la falta de tensión", remarcó Díaz y expresó que "no es casual que tengamos tres veces menos, y en algunos casos la mitad, de índice de violencia grande".
El jefe del SPB reconoció que "el 2005 fue un año difícil, por el incendio en el penal de Magdalena".
Detalló que ese año "hubo 105 muertes violentas, lo que incluye a los fallecidos en ese incendio, por heridas de armas punzantes, y hechos de homicidio".
Afirmó que "en el año que terminó hubo 40 muertes traumáticas. Se bajó de 105 a 40. Sigue siendo mucho, bajó, no desapareció".
Destacó que el índice de suicidios también descendió en el último año y agregó que "es la mitad del número de (suicidios) de Inglaterra y tres veces menos de lo que tiene Francia, que son países donde las condiciones de detención son mejores que las nuestras".
"El número de fallecidos por temas violentos debe mejorar muchísimo, pero está en niveles inferiores de los de la gran mayoría de regímenes comparados", insistió.
Remarcó que los suicidios han bajado "gracias al trato del personal" y que "es algo que no está llegando a la sociedad".
Detalló, para ilustrar los cambios que se registran dentro de las cárceles, que "el número de internos que hoy estudian es de 13.300, en los distintos niveles primario, secundario, terciario y universitario".
"El 80 por ciento de los alojados en Mercedes está trabajando o estudiando, y en Junín, estudian abogacía internos y agentes juntos", graficó.
Adelantó que "las actividades culturales y recreativas seguirán creciendo en los próximos años" y resaltó que "es notorio que la decisión política actual es la de apoyar estas iniciativas".
