La presentación fue efectuada por Luz Lanús de Hurtig, madre de la víctima, y por María Laura García Belsunce, hermana de la socióloga, a través de los abogados Gustavo Hechem y Juan Pablo Vigliero.
La madre de María Marta fue "particular damnificada" -como se denomina en la Justicia bonaerense a la querella- en la causa que tenía a su cargo Molina Pico, pero ahora también se sumó su hija.
Una vez que la familia sea aceptada como parte, los abogados tienen previsto pedirle a Aquino que profundice la investigación que apunta a Nicolás Pachelo, ex vecino del country Carmel, y a los vigiladores del barrio que trabajaban allí en 2002.
Los letrados creen que esa hipótesis fue dejada de lado por Molina Pico tanto en la instrucción del caso como en el juicio oral, en el que el viudo Carlos Carrascosa fue condenado a cinco años y medio de prisión por el encubrimiento del homicidio.
Ahora, Aquino evaluará si hay elementos para avanzar en esa hipótesis o si, como denunció en el juicio Molina Pico, Irene Hurtig -hermanastra de la víctima- y su marido, Guillermo Bártoli, fueron coautores del asesinato.
María Marta García Belsunce fue asesinada el 27 de octubre de 2002 en su casa del country Carmel de Pilar de seis balazos en la cabeza y en principio el viudo dijo que había muerto por un accidente doméstico en la bañadera.
Sin embargo, 40 días después de la muerte, la autopsia reveló que la víctima tenía cinco balas en el cráneo.
Molina Pico apuntó desde el inicio a la familia y así fue que este año llevó a juicio al marido, pero sólo logró la condena por encubrimiento, por la que Carrascosa estuvo 35 días preso en un penal de Campana y luego fue excarcelado por la Cámara de San Isidro tras pagar una fianza de 100 mil pesos.
La condena fue apelada por la defensa y por el fiscal, quien reclamó que se lo sentencie por homicidio, pero los abogados de Carrascosa pidieron que no se le conceda el recurso de Casación porque entienden que el fallo no le causó ningún agravio.
Es que en los alegatos, Molina Pico solicitó que Carrascosa fuera condenado por homicidio o, si el tribunal no hallaba pruebas, por encubrimiento y se hizo lugar a uno de sus pedidos, según evalúa la defensa. (Télam).-