La imputación a Collantes está a cargo de su ex colega y fiscal de Investigaciones Criminales de San Isidro, Eduardo Rodríguez, quien ya ordenó su detención, lo que fue rechazado por la Justicia de Garantías por falta de pruebas.
Los delitos investigados por Rodríguez ocurrieron durante la última etapa en la que Collantes actuó como fiscal titular y también adjunto de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 de San Isidro.
Collantes fue imputado de los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, encubrimiento, defraudaciones y estafas, asociación ilícita, prevaricato y hasta asociación ilícita en al menos tres causas que lleva adelante Rodríguez.
Los voceros judiciales indicaron a Télam que el fiscal ordenó el 22 de junio último la detención de Collantes pero el juez de Garantías de San Isidro, Orlando Díaz, rechazó la solicitud, aunque sí dispuso un allanamiento en el estudio jurídico del abogado investigado.
"Se trató de un allanamiento inmotivado", explicó a Télam el defensor de Collantes, Juan Carlos García Dietze, que entre otras causas tiene la de la muerte de Ariel Malvino, de la que hoy se cumple un año y medio.
Ante el rechazo de la detención, Rodríguez reiteró su pedido el 3 de julio, esta vez no sólo contra Collantes, sino también contra Alberto Chiosa, encargado de un garage situado a la vuelta de los tribunales de San Isidro que sería el socio del ex fiscal en las supuestas maniobras ilícitas. Este segundo pedido también fue rechazado por el juez de Garantías, dijeron los informantes.
"Al segundo pedido, el fiscal agregó la acusación por asociación ilícita pero el juez Díaz sostuvo que ese delito no existe porque lo cita pero no explica cuál y cómo es esa asociación", indicó García Dietze.
Para el defensor, la Justicia de Garantías "ha captado que existe un ánimo de revanchismo en el Ministerio Público Fiscal de San isidro, lo que es gravísimo".
"Estos hechos hay que analizarlos en el contexto de cómo funciona en el último tiempo el Ministerio Público del que se han ido excelentes fiscales", sostuvo García Dietze.
"Pareciera que los que no cumplen con la órdenes de quien encabeza el Ministerio público tiene problemas después", opinó. "Son imputaciones endebles, sin una base y que se hayan hecho una vez que Collantes dejó de ser fiscal, cuando la investigación habían comenzado antes, es un disparate", concluyó el letrado.
En tanto, García Dietze aseguró que el ex fiscal "no está prófugo y sí ajustado a derecho" y que "está dispuesto a prestar declaración indagatoria para aclarar las cosas".
Por su parte, uno de los abogados querellantes, Jorge Hernández, aseguró a Télam que denunció a Collantes por incumplimiento de los deberes de funcionario público, debido a que mediante una presunta maniobra ilegal le había adjudicado a su socio Chiosa un auto BMW legalmente comprado por su cliente.
Según el abogado, el presunto accionar delictivo comenzó luego de que Chiosa le vendió el BMW a su cliente a cambio de dos autos, ocho mil dólares y cinco mil pesos.
"Pero Chiosa realizó una denuncia contra mi cliente diciendo que no le había pagado y Collantes, como fiscal de la causa, ordenó el secuestro del auto y se lo devolvió a su socio que se quedó otra vez con el BMW, más los ocho mil dólares y cinco mil pesos que había cobrado", explicó.
Hernández contó además, que según la investigación del fiscal Rodríguez, en otra causa, una cupé Peugeot 407 robada fue encontrada en el estudio de Collantes y luego se determinó que el pedido de secuestro lo había levantado el ex fiscal en un "expediente paralelo".
La causa más famosa en la que intervino Collantes fue el crimen de Marcos Schenone en 2003, donde actuó en la UFI 2 como adjunto del ex fiscal y ahora juez Mario Kohan y juntos lograron detener al empresario gastronómico Conzi y llevarlo al juicio donde se lo condenó a 25 años de prisión.
