"Desgraciadamente, así como se consiguen revólveres a muy bajo precio, también se consiguen granadas", indicó Locles, en referencia al alumno de un colegio del barrio de Belgrano que hizo estallar una granada de gas lacrimógeno en el aula.
Locles indicó que dicho material bélico se puede conseguir de manera ilegal, "se acopia" y que una bomba de gas lacrimógeno "debe costar más o menos $50 ó $60" en el mercado negro.
"Antes se fabricaban acá en la Argentina y era más controlable. Pero se han cerrado las fábricas militares y ahora se importa todo. Las traemos de Brasil u otros países", aseveró el experto.
"En ese manejo de importación siempre se filtran tanto lo que sale como lo que entra, de forma de contrabando. Le llaman el Triángulo de las Bermudas a la zona de Tigre, de San Nicolás", en el norte de la provincia de Buenos Aires, donde la mercadería ingresa a través del río.
De la misma manera, Locles recordó que la provisión de armas en las favelas de Río de Janeiro procedía de la Argentina.
Sobre el incidente ocurrido en Belgrano, dijo que "quizás no se lo habrán vendido al chico, sino un mayor, y el menor lo encontró en la casa o en un galpón", pero no relativizó la gravedad del hecho.
Dicho explosivo "puede funcionar a mano, se le quita una esploleta y sale como un soplete de fuego. Después se revolea o se patea".
