El sacerdote Daniel Gallardo explicó que la gente realiza la procesión "tanto para agradecer, como para solicitar curaciones, trabajo, o solo para venerarlo".
El intendente de Reducción, Jorge Grazziano, consideró como 'increíble' que una vez al año y por tres días un pueblo de solo 2.500 habitantes, puede recibir y atender con seguridad a una cantidad que multiplica por varias veces el número de sus pobladores.
Desde la ciudad de Río Cuarto arribaron a pie a Reducción 10 mil personas, a las que por momentos se sumó el obispo de la diócesis de la región, monseñor Eduardo Eliseo Martín.
Durante la jornada de la víspera, paralelo a la adoración al Cristo, se realizó una misa por hora y la principal fue celebrada por monseñor Martín.
La veneración al Señor de la Buena Muerte data de fines del siglo XIX y se remonta a quienes transitaban por el Camino Real y pernoctaban en la antigua Reducción de los indios pampa para pedirle al Cristo que los salvara de "la muerte horrenda, violenta" y les asegurara una "buena muerte", por causas naturales. (Télam)