Además de tratarse del primer barco híbrido y del ahorro que significa poder reemplazar combustibles fósiles por agua, el emprendimiento se destaca por haber colaborado con una menor contaminación del medio ambiente en la Antártda y con el estudio del fenómeno del calentamiento global, pues uno de los objetivos del viaje fue, precisamente, analizar el impacto de este fenómeno en los hielos.
El rompehielos, sobre el que se ha aplicado esa novedosa tecnología argentina que implica una revolución tecnológica y en la ecuación económica del transporte, había zarpado el 16 de enero último del Apostadero Naval de Buenos Aires y en el puerto de Usuahia se incorporaron a la tripulación ciéntificos, un historiador y buzos.
Ya en la Antártida, y luego de superar algunos problemas provocados por las adversas condiciones climáticas, la tripulación del buque visitó los asentamientos de antiguas balleneras y los investigadores estudiaron el impacto del calentamiento global en los hielos.
Víctor y Sergio Solmi, dos activos participantes del automovilismo deportivo, manifestaron su satisfacción ante la nueva experiencia y anticiparon que el Rompehielos Ice Patagonia estará de regreso en Buenos Aires el 28 del corriente. (Télam).