El concejal Joaquín Noya junto al diputado nacional Leonardo Grosso visitaron a los trabajadores de la fábrica recuperada y cooperativa BrassRoot de Munro, a quienes la Justicia les libró una orden de desalojo luego de 7 años de invertir, producir y hacer de la empresa su fuente de trabajo. Una fábrica de producción industrial bonaerense que la pandemia no la detuvo pero la Justicia ahora quiere cerrar.
La fábrica Brassroot de herrajes y griferías fue recuperada en 2013 por sus 10 trabajadores, luego de un vaciamiento por parte del antiguo dueño que los dejaba en la calle de un día para el otro. Desde entonces, hicieron todo lo posible por equiparla, aumentar la producción y ahora están por exportar a Brasil.
Hoy en medio de la pandemia, el juez de primera instancia Rodolfo José Sheehan acaba de fallar en contra de los trabajadores con una orden de desalojo. “Al parecer la Justicia no sanciona a aquellos que vacían empresas pero sí a los que las levantamos con producción y trabajo”, manifiestan en la cooperativa.
El diputado Leonardo Grosso expresó que "esta es una de las tantas historias de trabajadores autogestionados que no tienen el apoyo correspondiente del Estado Argentino. Actualmente estamos viviendo una crisis mundial sin precedentes, y para poder salir de ella necesitamos abrazar a nuestra industria nacional, cuidar al trabajo y las Pymes".
“La salida de la pandemia tiene que ser con un Estado presente apoyando la industria nacional, a las Pymes y cuidando a los que producen y generar trabajo, no a los especuladores de siempre con fallos judiciales ni desalojos”, aseguró en el mismo sentido el concejal Joaquín Noya.
Junto a Grosso y Noya acompañaron la visita a los trabajadores el secretario gral de ATE Zona Norte, Fabián Alessandrini, el secretario gral de UTEP-Evita Nicolás Fergero y la responsable del Movimiento Evita local, Erica Pereyra.
