El estudio corresponde al Índice de Bienestar Económico (IBE) que elabora el centro de estudios integrado por economistas de la Universidad de Buenos Aires.
El IBE es construido a partir de los resultados de encuestas directas realizadas a jefes y jefas de hogar del Gran Buenos Aires, en las que se evalúa la percepción de las familias con respecto a salud, educación, ingresos y consumo, empleo y vivienda. El reporte indica que un 25,4 por ciento de las familias relevadas se definen como pertenecientes a la “clase baja”, mientras el 75,1 por ciento se considera de “clase media” y el 0,5 de “clase alta”.
El relevamiento logró detectar, no obstante, que el público tiene una mejora en la percepción de su situación económica, sobre todo, por la comparación con el piso de 2014.
El índice mostró que para el público el bienestar subió 9,9 por ciento en el segundo semestre de 2015 frente a igual período de 2014, al alcanzar un valor de 45 puntos sobre una escala de 0 a 100. “El aumento muestra cierta mejora en las percepciones de bienestar de la población después de haber alcanzado el valor más bajo de la serie el año pasado”, explicó el CERX.
El informe señala que “desde el primer semestre de 2012 la pérdida de bienestar de las familias ha sido permanente, pero profundizándose su deterioro en 2014”. “Si bien este año se observa cierta recuperación en las percepciones de bienestar, el indicador aún refleja la persistencia de condiciones de alta vulnerabilidad”, explicó el informe.
El trabajo precisó que “frente a un año atrás, el 21,2 por ciento de las familias declaró que su bienestar económico se deterioró, 56,3 por ciento que se mantuvo igual y 22,5 por ciento que mejoró”.