El equipo estudió durante 14 años a cerca de 1.400 personas “normales en el plano cognitivo” que vivían en la región de Baltimore al principio del estudio sometiéndolos regularmente a evaluaciones neuropsicológicas.
Entre ellas, 142 desarrollaron la enfermedad de Alzhéimer y los investigadores demostraron que tenían un IMC más elevado cuando tenían 50 años, y que ello se asociaba a una aparición más precoz de la enfermedad.
El IMC es la relación entre la talla y el peso. Un índice superior a 30 es considerado como índice de obesidad en el adulto.
Para un índice situado entre 25 y 30, se habla de sobrepeso.
El envejecimiento es el principal factor de riesgo de las enfermedades neurodegenerativas como el Alzhéimer. También influyen la diabetes, la hipertensión o la falta de ejercicio.
Según la OMS, hay 47,5 millones de personas afectadas de demencia senil en el mundo, con 7,7 millones de nuevos casos cada año.