La posibilidad de dar por cerrado el blanqueo fue adelantada ayer por el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, quien dijo que le aconsejó a la presidenta que no conceda una prórroga porque el programa no había alcanzado el resultado esperado.
Si bien aún no se dieron a conocer las cifras oficiales, trascendió que apenas habrían ingresado unos 260 millones de dólares, lo que equivale a un 6,5 por ciento de lo esperado.
El mal resultado disparó críticas desde la oposición, tanto desde el ala política como de la económica.
El diputado nacional Federico Pinedo, consideró “evidente que fracase” el blanqueo de capitales, al que calificó como “propuesta descabellada”.
“Resulta muy difícil que alguien quiera traer plata a la Argentina en medio de esta crisis institucional. No hay seguridad jurídica, política ni económica, en estas condiciones es evidente que fracase una medida tan descabellada como la que proponían”, sostuvo el titular del bloque del PRO.
En tanto, el diputado nacional Ricardo Gil Lavedra afirmó que “fue la crónica de un fracaso anunciado”.
“Lo dije antes y lo repito ahora, sólo dos lecturas eran posibles en el blanqueo: el manotazo de ahogado de un gobierno cuyo modelo ya no puede esconder sus fracasos, y la oportunidad de salvarse a sí mismos y a los amigos del poder”, explicó.
Por su parte, el ex presidente del Banco Central Martín Redrado sostuvo que el blanqueo “fue un fracaso” y advirtió que “deja la impresión a los profesionales y a los empresarios” que el Gobierno cuenta con “un equipo económico que no da pie con bola”.
Redrado recordó que Moreno “le había prometido” a la presidenta Cristina Fernández que con el blanqueo iban a ingresar al Banco Central “4 mil millones de dólares”, pero aseguró que “en tres meses sólo ha convocado a 300 millones”.
A su vez, Aldo Pignanelli, que también ocupó la Presidencia del Banco Central, afirmó que el blanqueo no funcionó porque el Gobierno “mintió” al justificar la iniciativa, y “generó desconfianza” de los potenciales interesados en traer dólares al país.
“El procedimiento elegido no era bueno”, sostuvo el ex funcionario, para quien “si se suma lo que está afuera y escondido en los colchones, cajas de seguridad, son más de 100.000 millones de dólares no declarados”