Robin hacía mucho tiempo que estaba hospitalizado, dado que su delicado estado de salud se había complicado producto de un cuadro de neumonía, e incluso estuvo varios días en estado de coma.
Hace aproximadamente un mes la salud del artista parecía mostrar una leve mejoría, cuando su esposa Dwina comunicó que, mientras le estaba cantando la canción "Crying" de Roy Orbison en su lecho de enfermo, despertó del coma.
Tanto su esposa como su hermano Barry y sus hijos Robin John, Spencer y Mellissa lo estuvieron acompañando en el hospital en tan duro trance, y fue justamente fundamental la presencia de su familia para su leve recuperación.
Pero la gravedad del vocalista de la legendaria banda The Bee Gees era tal que no pudo superar su cáncer de intestino.
Internado en un hospital de Chelsea, en el oeste de la ciudad británica de Londres, Gibb fue sorprendido por la muerte, y casi en simultaneidad con Donna Summer la música disco pierde a otra gran figura.
La última actividad artística de Robin fue el lanzamiento de "The Titanic Réquiem", un disco grabado con The Royal Philarmonic Orchestra en homenaje al centenario del hundimiento del afamado transatlántico. (Reporter)