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El abogado del esposo de Silvia Prigent atribuye el crimen a “algún competidor desleal” del empresario

Marcelo Adámoli, abogado del esposo de la maestra bonaerense asesinada luego de 11 días de desaparición, el empresario Daniel Sfeir, atribuyó hoy el crimen a "algún competidor desleal" del viudo en el sector de la recolección de residuos, y reiteró que el hombre había sufrido "amenazas" y otros actos intimidatorios. Sigue la búsqueda del arma y se afirma sospecha de que a Silvia la mataron en el descampado
En esa línea, advirtió que "tiene algún simbolismo" la forma en la que fue asesinada la docente, Silvia Prigent, "arrodillada y con dos tiros", según algunas estimaciones, al tiempo que consideró que a Sfeir "se lo plantan (al cadáver de su mujer) en el ejido de la zona en la que se desempeña" con su compañía, en el límite de los partidos de Tigre y Escobar.

No obstante, reconoció que su cliente no realizó denuncias judiciales por las presuntos actos intimidatorios en su contra, al tiempo que rechazó "completamente" la hipótesis de que el crimen tenga una vinculación con un presunto conflicto de su cliente y Prigent por un amorío extramatrimonial del empresario.

"La hipótesis que barajo, pese a ser muy prematuro todo y con los reparos que tenemos que tener los abogados, va por el lado de la cuestión de la actividad propia de Sfeir y creo que tiene que ver con un algún competir desleal", enfatizó Adámoli, aunque admitió que carece de "nombre y apellido".

El representante legal del propietario de la empresa de recolección de residuos "Transporte Daniel" reiteró luego que su cliente "tuvo episodios de amenazas y seguimientos de auto a auto".

Sin embargo, admitió que su cliente no realizó denuncias sobre el asunto y argumentó que, "en el fragor del trabajo y en la locura que a veces uno vive, él (por Sfeir) no le dio entidad porque no se sintió suficientemente perturbado como para ir a la Justicia".

"Puntualmente, mi cliente, después de 13, 14 años de trabajo incesante en esto (por la recolección de residuos), logró tener 45 barrios cerrados como clientes", detalló Adámoli. Agregó que, "al tener él (por Sfeir) sus cosas en regla, como camiones con pago de seguro y su personal registrado conforme a la ley de Contrato de Trabajo, le aparecían supuestos competidores que, cuando iban a cotizar, va de suyo que el número que pasaban era sustancialmente inferior al servicio que pasaba mi cliente". "Ocurrió puntualmente que, en un barrio cerrado, al cabo de dos años, recuperó a ciertos clientes y entendemos que eso puede generar esta situación desgraciada (por el crimen)", sostuvo el abogado.

En diálogo con radio Mitre, al pedírsele más detalles al respecto, Adámoli resaltó que maneja "varias hipótesis de algunas empresas que son sellos de goma, con nombres de fantasía" y admitió: "Hay que investigar eso para obtener mayor información".

"Lo que él (por Sfeir) me manifestó son nombres de fantasía, no se trata de sociedades regulares conforme a la ley de Sociedades. Pero habrá que investigar en esa línea", sostuvo.

Luego, rechazó la hipótesis de que el crimen tenga una vinculación con un presunto conflicto de su cliente y Prigent por un amorío extramatrimonial del empresario.

"Hoy por hoy, esa línea directriz la dejaría de lado completamente", sostuvo y argumentó que "la matan a Silvia arrodillada y con dos tiros, y se lo plantan (al cadáver) en el ejido de la zona en la que se desempeña mi cliente. Eso tiene algún simbolismo". Ayer, el resultado de la autopsia del cuerpo de maestra reveló que el cadáver tenía dos orificios de bala en la cabeza, en el lateral izquierdo, contra la primera información que reportaba un solo impacto de proyectil.

Los investigadores del caso, en tanto, continuaron con las dudas sobre el lugar del homicidio.

Desconocían aún si se trató del predio en el que fue hallado el cadáver, a un costado de la ruta 26, en el límite de las localidades de Dique Luján, en Tigre, e Ingeniero Maschwitz, en Escobar, o en otro sitio.

Según una hipótesis, la mujer fue asesinada en cercanías del lugar en el que fue encontrado el cuerpo, donde su marido arrojaba residuos con su empresa, en inmediaciones de la vivienda de la mujer con la que se le atribuye un amorío extramatrimonial.

Esta línea de investigación plantea que, poco después del crimen, el cadáver fue retirado de ese sitio para ser trasladado al punto en el que finalmente fue hallado.

Según otra hipótesis, la docente fue asesinada mientras viajaba en un automóvil como acompañante, a raíz de que su cadáver tiene orificios de bala en el lateral izquierdo de la cabeza.

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