El debate de la ley, iniciado poco después de las 14, incluye además la discusión de las prórrogas de emergencia económica e impositivas, que serán votadas tras el presupuesto.
Al cierre del debate de la ley, el jefe del bloque K, Miguel Pichetto, salió al cruce de las críticas opositoras y señaló que el presupuesto y los datos económicos de "noviembre", que –según indicó- "cerró con un superávit de 684 millones de pesos", ratifica la política del gobierno por la "vía del proceso industrial, el crecimiento del país, el empleo argentino".
Además, le reclamó a la oposición "asumir algunos errores cometidos que la sociedad le hizo pagar" y recordó que, en los últimos dos años, "quisieron desfinanciar el Estado, no votaron el Presupuesto (el año pasado), eso nunca se ha dado en el interior, en las provincias, y votó el 82 por ciento móvil, con un fin loable", pero que –estimó- apuntó a complicar por el lado financiero al gobierno.
El presidente de la comisión de Presupuesto del Senado, Aníbal Fernández, fue encargado de defender la iniciativa y pedir su sanción definitiva para -según sostuvo- continuar con las políticas públicas y el crecimiento sostenido de la Argentina. El ex jefe de Gabinete destacó que la Argentina "es el país que más ha crecido" en la región y marcó las evidencias de que ha habido "crecimiento de la industria y la evolución sustentable de la economía".
A su vez, marcó que el presupuesto del Poder Ejecutivo es "un verdadero plan de gobierno", y defendió también la prórroga de impuestos y de la Emergencia Económica solicitada por el Gobierno, una herramienta que -según dijo- necesita el Poder Ejecutivo para actuar en el marco de la crisis económica global.
En otro orden, Fernández se refirió a las corridas bancarias y sostuvo que "si sumáramos lo que hemos pagado en materia de deuda más estos 16 mil millones de dólares" que debió vender el Banco Central, actualmente la entidad "tendría 89 mil millones de dólares de reservas". "Así es como se perjudica a los gobiernos", agregó.
El presupuesto nacional para 2012 calcula una pauta de crecimiento del 5,1 por ciento, una variación del Índice de Precios al Consumidor del 9,2 por ciento, una cotización del dólar en 4,40 pesos y establece un uso de reservas por 5.674 millones de dólares para pagar deuda. El proyecto estima, además, en 4,40 pesos el valor del dólar para el año próximo; un consumo total de 1.562.365 millones de pesos; una inversión de 460.942 millones de pesos y un saldo favorable de la balanza comercial de 8.579 millones de pesos.
En cuanto a los recursos tributarios, se espera que el impuesto a las Ganancias recaude 131.329 millones de pesos; el IVA, 185.109 millones; los impuestos internos, 12.842 millones; y el impuesto a los Bienes Personales, 7.146 millones de pesos.
El debate presupuestario se realizó en forma conjunta al correspondiente a los proyectos para prorrogar por dos años el impuesto al cheque y la Emergencia Económica; por un año el impuesto al precio de venta de los cigarrillos y por cinco años de los derechos de exportación de hidrocarburos; así como una modificación del artículo 23 de la ley de impuesto a las Ganancias (para convalidar los ajustes del mínimo no imponible de 2010 y 2011 y delegar al PEN la adecuación del monto sin necesidad de pasar por el Congreso).
La radical cobista Laura Montero lamentó que, pese al crecimiento "a tasas chinas" que ha registrado el país en los últimos años, el gobierno no haya aprovechado la bonanza para reducir los indicadores de pobreza e insistió en que "más que políticas asistenciales necesitamos políticas de empleo".
También, en defensa del dictamen en minoría que presentó la UCR, precisó que pone límite a "algunos abusos" de la delegación en el jefe de Gabinete y en el manejo de Aerolíneas Argentinas, entre otras cuestiones que propone el texto. El socialista Rubén Giustiniani rechazó el proyecto oficialista y apuntó que "las pautas de crecimiento son prudentes, pero lo que no tiene nada que ver con la realidad es la pauta por inflación" y volvió cuestionar la discrecionalidad en manos del gobierno para la reasignación de partidas excedentes.
El radical Eugenio "Nito" Artaza criticó el artículo 58 de la iniciativa oficial porque implica "una compensación a los bancos y entidades financieras" por la crisis del 2001-2002, al sostener que no se puede "compensar a los que robaron a los ahorristas".
