El hombre está acusado de la venta de "Alita de Mosca", un tipo de cocaína refinada y de buena calidad, que estaba oculta entre los cortes de carne, pollos y embutidos.
La investigación se originó por denuncias de vecinos que veían como muchos jóvenes entraban a la carnicería y salían sin haber comprado ningún producto visible.
De esa manera se montó una vigilancia policial en la cuadra y los comercios de la zona para lograr la detención del carnicero, quien fue llevado a la comisaría de Pacheco y puesto a disposición de la justicia.