La medida fue dispuesta a pedido de la abogada defensora del menor, María Florencia Arietto, quien argumentó que el joven compareció ante el fiscal de Martínez Gabriel Garbos, quien no tiene atribuciones para indagar a menores y porque la confesión sobre su participación en el hecho realizada ante la Policía habría sido hecha "después de recibir golpes", añadieron los voceros.
Es que al tomarle declaración cuando el chico era aún asistido por un defensor oficial, le dijeron al fiscal que tenía 16 años pese a lo cual lo indagó igual sin chequear la edad, dijeron los informantes. Por lo tanto, la declaración fue anulada y el chico será indagado nuevamente en las próximas horas por el juez de menores Ribeiro Cardadeiro, ante quien aseguraría que no tuvo nada que ver con el hecho.
El juez dispuso además que otro fiscal investigue la denuncia de supuestos tormentos y golpes sufridos por el chico en sede policial para adjudicarse su responsabilidad en el crimen. Incluso el adolescente estaba alojado en el mismo lugar que el otro chico de 16 años ("J") -recapturado hoy en Pontevedra tras huir ayer del Instituto "Nuevo Dique" de Pablo Nogués-, pero prefirió no escapar.
Según pudo saber DyN, "B" conocía los detalles del crimen de Barrenechea porque se lo reveló "J", de quien es amigo y cuyas familias residen en la villa "Puerta de Hierro" de La Matanza, donde habían sido detenidos.
Sin embargo, ambos siguieron caminos diferentes: "J" cuenta con antecedentes mientras que "B" es un alumno ejemplar, abanderado del colegio en el que cursa, a tal punto que al momento de ser detenido sus maestras salieron a defenderlo.
Las fuentes consultadas por esta agencia indicaron que cuando fue llevado a la Delegación Departamental de investigaciones (DDI) de La Matanza, "B", antes de incriminarse en el hecho, "estuvo 48 horas en el piso esposado a un palo y fue sometido a cachetazos y trompadas".
Además, el chico habría sido "coaccionado psíquicamente" porque le habrían dicho que "si no se adjudicaba la autoría material del hecho le iban a atribuir la responsabilidad a él solo", dejaron trascender las fuentes.
El adolescente había sido reconocido como uno de los participantes del robo por la mucama de Barrenechea pero luego, en una rueda de presos de la que participaron los familiares del ingeniero asesinado, no lo identificaron como uno de los que ingresó a la vivienda.
Incluso, "J", en su declaración indagatoria, había despegado a "B" del episodio.
Las fuentes consultadas indicaron que hay otros dos sospechosos prófugos por el crimen de Barrenechea, uno de 17 años y otro de 16, ambos del barrio conocido como "700 Central" de La Matanza. El segundo habría logrado evitar su detención en los últimos días tras mantener un enfrentamiento con la Policía.
Según indicaron, el autor material del crimen podría ser el menor de los prófugos, quien tendría en su haber casi una veintena de crímenes y habría amenazado de muerte a "B" al enterarse de que estaba al tanto de quiénes participaron en el crimen de Barrenechea, de 46 años.
El hecho ocurrió el 21 de octubre pasado, cuando tres ladrones entraron a robar al chalet de la víctima, ubicado en la calle Perú al 700 de Acassuso, partido de San Isidro.
Allí sorprendieron a Barrenechea, quien se encontraba con su esposa, sus cuatro hijos y la empleada doméstica. Pese a que el ingeniero les dio dinero, los ladrones reclamaron más.
El ingeniero se trabó en lucha con uno de los ladrones, quien le efectuó cinco disparos que le provocaron la muerte y heridas a uno de sus hijos, de 17 años.
