El Municipio de San Isidro continúa con el desarrollo de obras de ordenamiento e infraestructura vial en distintos barrios, con el objetivo de mejorar la seguridad en la circulación de vehículos y peatones. Las intervenciones forman parte del Plan de Reparación de Calles y Veredas y contemplan demarcaciones, instalación de reductores de velocidad, reformas en cruces estratégicos y mejoras en plazoletas.
En ese marco, se realizaron tareas de renovación de la señalización horizontal y vertical en diversos corredores importantes del distrito. Los trabajos incluyeron pintura de líneas de circulación, frenado, sendas peatonales, flechas, ochavas, paradas de colectivo y dobles líneas amarillas. Las zonas intervenidas fueron: avenida Avelino Rolón, entre Panamericana Oeste y Sarratea (Boulogne); avenida de Mayo, entre José María Moreno y Virrey Vértiz (Villa Adelina); avenida Andrés Rolón, entre Uruguay y José Ingenieros; avenida Paraná, entre las avenidas Maipú y Libertador; y calle Edison, entre Panamericana y avenida Fleming. Estas tareas se ejecutan durante la noche para evitar complicaciones en el tránsito.
Desde el área técnica municipal detallaron que la señalización se aplica con pinturas especiales en caliente y regado de esferas reflectantes, lo que mejora la visibilidad nocturna y extiende la durabilidad ante el tránsito intenso.
Estas demarcaciones permiten ordenar la circulación y fomentar un manejo más seguro, ya que facilitan la interpretación de las normas por parte de los conductores. Además, se renovó la cartelería informativa y se reorganizaron las indicaciones en el uso de las principales avenidas.
Durante junio, también se incorporaron 48 nuevos reductores de velocidad en puntos estratégicos del distrito: 19 en Boulogne, 8 en Martínez, 7 en Beccar, 6 en San Isidro, 5 en Acassuso y 3 en Villa Adelina. Esta medida apunta a reducir la velocidad en zonas residenciales y cercanas a escuelas, clubes y espacios públicos, priorizando la seguridad de peatones y ciclistas. Además, para julio se proyectan más de 30 nuevos reductores y en agosto otros 40.
En paralelo, comenzaron los trabajos de reformulación del cruce de avenida Centenario y avenida Bernabé Márquez, una intersección clave en el partido. En el área confluyen el Hipódromo de San Isidro, que ocupa 13 cuadras, y la traza del ferrocarril Mitre, que canaliza el tránsito hacia el túnel de Roque Sáenz Peña y limita los cruces este-oeste. También es el punto con mayor concentración de líneas de colectivo del municipio, lo que lo convierte en un nodo estratégico para la movilidad vehicular y peatonal.
La obra se desarrolla durante las vacaciones de invierno, aprovechando la disminución del tránsito, y tendrá una duración estimada de 10 a 15 días. Entre las tareas previstas se encuentra la generación de un carril de giro desde Márquez hacia Centenario, la demolición parcial de la isleta para ensanchar la bocacalle de avenida Santa Fe y la construcción de una senda peatonal elevada que jerarquizará el cruce y mejorará la seguridad de los peatones.
Según una microsimulación de tránsito realizada por el municipio, herramienta utilizada por primera vez en San Isidro, se estima que el tiempo de espera promedio en avenida Márquez disminuirá de 6 a 2,5 minutos gracias al nuevo carril de giro. Finalizadas las obras, se analizará también una posible reconfiguración semafórica para seguir optimizando la circulación.
Por último, el Municipio avanza en la transformación de la plazoleta “Ajedrez” en Martínez, ubicada en la intersección de Juncal, Sargento Cabral y Diagonal Tucumán. Se trata de un cruce complejo por la presencia de calles diagonales. Los trabajos contemplan modificaciones parciales en la calzada, incorporación de mobiliario urbano, vegetación y la creación de un entorno más seguro y accesible para conductores y peatones. La finalización está prevista para el mes de agosto.
