Aunque no hubo definiciones orgánicas del Consejo Nacional del PJ, actualmente a cargo del expresidente Alberto Fernández, las filiales porteña y bonaerense del peronismo ratificaron su "respaldo" a la medida de fuerza sindical y su acompañamiento a la movilización.
Así había quedado definido en la reunión que el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, encabezó el jueves pasado en la ciudad de Buenos Aires con distintos sectores de Unión por la Patria (UxP), entre los que estuvieron otros mandatarios provinciales, legisladores, sindicalistas, intendentes y dirigentes de movimientos sociales.
En ese encuentro, que se llevó a cabo en la Casa de la Provincia de Buenos Aires, en el centro porteño, se resolvió que los distintos sectores de UxP van a "acompañar" la protesta "cada uno desde sus posibilidades", aclaró Kicillof, y en respuesta a una "voluntad muy fuerte" de los distintos espacios de "movilizarse en todo el país".
El PJ porteño ratificó a su vez su "fuerte respaldo" al paro a través de una reunión que congregó a distintos sectores de los ámbitos legislativo, sindical y social del distrito, y que se llevó a cabo ayer bajo la consigna "La Patria no se vende".
Del mismo modo, el PJ bonaerense había hecho lo propio el sábado último, cuando manifestó su apoyo al paro sindical y convocó a "todas las ramas" que componen esa fuerza a "sumarse y expresarse, organizados y en paz".
El PJ bonaerense, que conduce Máximo Kirchner, denunció en esa oportunidad que el proyecto de ley "Bases" que discute el Congreso consolida "la legalidad de la dependencia de nuestro país", en un "sometimiento que se basa fundamentalmente en las tres reformas flexibilizadoras: la laboral, la ambiental y la tributaria".
La CGT, ambas CTA (de los Trabajadores y Autónoma), los trabajadores de la economía popular (UTEP), los movimientos sociales y las multisectoriales paralizarán mañana sus tareas durante 12 horas y se movilizarán hacia el Congreso en rechazo de las medidas económicas del Gobierno, en lo que constituirá la primera gran protesta gremial en la era Milei y una medición de fuerzas entre el Poder Ejecutivo y los sindicatos.
