La licenciada en Ciencias de la Educación y docente que va en la lista de Nicolás del Caño expresó que en realidad los carpinchos siempre estuvieron ahí, pero fue el megaemprendimiento inmobiliario el que avanzó sobre los humedales de la zona, su flora y su fauna. “El cinismo de los dueños de Nordelta no tiene límites: ese ambiente “natural” que promocionan se convierte en una marca registrada para hacer negocios, justamente contra la verdadera naturaleza”.
En ese sentido, Akerfeld comentó que “Costantini habla de amor y cuidado hacia los carpinchos, pero en los próximos meses finalizará la construcción de un barrio con el nombre de estos animales, el cual cuenta con un lago propio de tres hectáreas, canchas de tenis y tiene inmuebles en venta desde USD 780.000 y lotes desde USD 125.000. Se hace el defensor de los carpinchos, pero hace su fortuna destruyendo su hábitat”.
“Esta destrucción de los humedales para cumplir los lujos de unos pocos no solo afecta a la fauna local, sino también provoca inundaciones en los barrios populares aledaños. Este desastre habitacional y ambiental ningún gobierno municipal, provincial o nacional quiere evitar” sentenció la precandidata.
Para finalizar, Paula Akerfeld exclamó: “Tanto el Frente de Todos como Juntos no dicen nada sobre el acaparamiento de tierras y destrucción de ecosistemas nativos por parte de estos megaemprendimientos. Desde el Frente de Izquierda Unidad, junto a organizaciones ambientalistas y vecinos, llamamos a organizarnos y exigimos que se apruebe la Ley de Humedales. Esta ley prohibiría que se realicen sobre ellos actividades que afecten su composición, estructura y funcionamiento como el agronegocio y el negocio inmobiliario”.
