“Junto a las fuerzas federales estamos llevando adelante un trabajo muy fuerte en materia de búsqueda de prófugos de la Justicia. Todos aquellos que cometieron algún delito van a tener que hacerse cargo de sus actos”, aseguró Bullrich, quien instruyó políticas expresas a la Secretaría de Seguridad que dirige Eugenio Burzaco.
El prófugo fue declarado en rebeldía en octubre de 2004, luego de que le imputaron delitos contra la propiedad y robo calificado con el uso de armas de fuego en despoblado y en banda.
El operativo fue desarrollado por efectivos de la Superintendencia Federal de Transporte de la Policía Federal que llevaban a cabo un control en el sector de colectivos urbanos de la terminal de ómnibus de la Ciudad de Buenos Aires.
Allí, sobre la avenida Ramos Mejía al 1600, requirieron la asistencia de un hombre que intentaba eludirlos.
Mediante la utilización del sistema Morpho Rap para la identificación de huellas digitales que aportó el Ministerio de Seguridad de la Nación, los uniformados dieron cuenta de que el sospechoso tenía un pedido de captura vigente.
En base a ello, consultaron también a la Sección Sistemas Electrónicos de Registros e Identificación (SERI), donde surgió la identidad del prófugo.
Tras corroborar que había sido declarado en rebeldía por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional número 30, a cargo de Jorge López, lo arrestaron inmediatamente y lo trasladaron a sede policial.
