La víctima fue identificada como Francisco Vázquez, jubilado de 87 años, quien fue cruelmente tratado por sus agresores, quienes arrastraron su cadáver por casi toda la casa.
Todo comenzó cuando en la casa del jubilado, enrejada y con un tejido de alambre de púas, irrumpieron en la madrugada del sábado último un adolescente de 14 años -vecino de la víctima-, otro de 16 y dos hombres de 41 y 44, por causas que se tratan de establecer.
Las voceros policiales consultados admitieron que el anciano “tenía problemas con el chico de 14 años”, quien ya lo había “amenazado y golpeado”.
El jubilado fue atacado a palazos y su cuerpo, ensangrentado, arrastrado por casi toda la modesta casa.
Los atacantes huyeron sin llevarse nada de la vivienda y, poco después, fueron detenidos por la Policía.
Los adultos fueron identificados como Pablo López, de 41 años y Elio Domínguez, de 44, mientras que los nombres de los menores no trascendieron por cuestiones legales.
La víctima fue encontrada por una mujer que cuidaba por horas al jubilado, con “lesiones graves en el rostro y la cabeza”, tras lo cual fue trasladado a la clínica Santa María, de Villa Ballester, donde falleció a raíz de las heridas.
Además, los investigadores del caso encontraron en la vivienda del adolescente de 14 años vestimentas ensangrentadas del jubilado y la cédula de identidad de la víctima, quien era bailarín de tango.
