Schoklender es una de las 43 personas citadas a indagatoria en esta causa, en la que se sospecha del desvío de poco más de 200 millones de pesos hacia empresas -algunas atribuidas al exasesor de la Fundación-, con un fin distinto al de la construcción de viviendas sociales, tal como era el objetivo del programa “Sueños Compartidos”.
Junto a él, deben declarar López, el exministro de Planificación Federal Julio De Vido, la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y varios exfuncionarios por su presunta responsabilidad en la falta de control del dinero que recibió la entidad por parte del Poder Ejecutivo.
El programa preveía la transferencia de dinero público por 1.200 millones de pesos, y desde el 2008, cuando se firmaron los primeros convenios, la Fundación Madres de Plaza de Mayo recibió 748.719.414 pesos.
Sin embargo, según la investigación, solo unos 516.247.173 pesos se destinaron a la construcción de viviendas, en tanto que se desconoce qué sucedió con los 206.438.454 pesos, aunque la sospecha es que una parte terminó en empresas agrícolas y otra en manos de financieras.
Schoklender estuvo detenido por ser el líder de una asociación ilícita cuando la causa estuvo en poder del exjuez Norberto Oyarbide, pero luego éste fue apartado por la Cámara Federal, y el exapoderado de la Fundación recuperó su libertad.
“La contratación de la Fundación Madres de Plaza de Mayo tuvo una razón específica de ser: la proyección de carácter social que el emprendimiento tenía, más allá de la construcción de cada una de las viviendas convenidas”, justificó Schoklender a través de un escrito que presentó ante el juez y al que tuvo acceso NA.
Además, defendió el programa, ya que -dijo- “frente a los demás” proyectos de viviendas sociales fomentados por el Estado Nacional, el de la Fundación “lograba precios más económicos que otros sistemas de construcción empleados”.
Por otra parte, Schoklender se refirió al dinero que se sospecha terminó en manos de la empresa Meldorek, de la cual él tenía participación accionaria.
“Está comprobada la relación contractual entre la empresa y la Fundación Madres de Plaza de Mayo. Primero, por la prestación de servicios aéreos a un costo por demás beneficioso frente a otras
oferentes; segundo, en la provisión de materiales para construcciones móviles, firmado entre el representante de Meldorek y Hebe María Pastor de Bonafini, previa consideración de ésta ante el Consejo de Administración de la Fundación Madres de Plaza de Mayo”, agregó el exapoderado de la entidad.
Y agregó: “La empresa, de la que jamás oculté mi participación, había desarrollado un sistema constructivo de la más alta calidad y eficiencia, logrando no sólo avanzar en tiempos insuperables en lo que ya por entonces era un proyecto a nivel nacional, sino que además sería la única forma de poder lograrlo”.
