El dirigente mendocino agregó: “Creo que algunos empresarios argentinos se merecen un (Guillermo) Moreno. Es tanta la bronca que generan que me sale decir eso. No les basta con pedirles, hay que hacerles caer todo el peso de la ley”.
“Lo que pasa es que este es un Gobierno que no puede hacer la de (Guillermo) Moreno, que era de prepo, tiene que actuar con la ley. Por eso me parece bien que funcione la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia”, dijo.
En declaraciones a un matutino porteño, Sanz consideró que “el Gobierno actúa de buena fe y con una amplitud que no se había visto nunca” y que “vocacionalmente está dispuesto al diálogo, no por la debilidad de no tener mayoría” pero “lo que pasa que de la vereda de enfrente no todos actúan igual”.
Sanz evaluó que en el peronismo “algunos están dispuestos al acuerdo, que no es contubernio” pero “otros están en el jueguito, me le acerco, me retiro, en una suerte de telenovela venezolana para sacar algún rédito”.
“Y tenés de los otros, que gracias a Dios son minoritarios, que quieren que explote todo. Lo veo con detenimiento, porque el peronismo es imprescindible para la Argentina que viene”, subrayó.
Sobre el líder del Frente Renovador, consideró: “La buena fe del Gobierno fue que pagó al contado para cobrar en cuotas. Y puso la pelota del campo de Massa. Si tiene la misma buena fe, la relación va a seguir bárbara”.
El expresidente de la UCR sostuvo que “el radicalismo es parte del Gobierno, lo siente propio” y que “eso no se mide por cantidad, si tenés más o menos ministros, sino por la intensidad”.
“Hoy más que nunca, en el ámbito parlamentario, donde se están desarrollando los debates más importantes, no por casualidad los presidentes de los dos interbloque son radicales. Hay que ver qué pensaba (Mauricio) Macri antes de Gualeguaychú. El creía en mí, pero no en el partido”, puntualizó.
Para Sanz, “Macri tuvo gestos con los tres gobernadores radicales” y “a (Gerardp= Morales lo bancó en la patriada más grande, como la que tuvo con Milagro Sala”.
Sostuvo que hizo eso “aún con los embates que hay de adentro y de afuera, y los consejos que le daban en el Gobierno para que se corra”.