El histórico acuerdo se alcanzó el martes pasado en Viena entre Teherán y los cinco miembros permanentes del Consejo (EEUU, Rusia, Francia, Reino Unido y China) más Alemania.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, elogió la aprobación de la resolución del Consejo de Seguridad y dijo que esperaba que sus opositores domésticos tomaran nota de ello.
El mandatario dijo esperar que la resolución envíe “un mensaje claro de que la abrumadora mayoría de países” reconoce que la diplomacia es “por lejos nuestro enfoque más sólido para garantizar que Irán no se dotará de una arma nuclear”.
“Existe un amplio consenso internacional sobre este tema”, agregó Obama. “Trabajo sobre el supuesto de que el Congreso tomará nota de este amplio consenso de base”, expresó.
“Este acuerdo no responde a todas nuestras preocupaciones, pero si se aplica hará que el mundo sea más seguro”, afirmó la embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power.
“Pasamos no solo una página, sino todo un capítulo (...) y creamos una nueva realidad”, comentó el embajador ruso Vitali Churkin. “Esperamos que todos los países se adapten rápidamente a este nuevo escenario y contribuyan a que el acuerdo tenga éxito”, dijo.
Israel rechazo con firmeza el acuerdo. El secretario estadounidense de Defensa, Ashton Carter, dijo en Tel Aviv que “Israel es la piedra angular de la estrategia estadounidense en Medio Oriente” y agregó que Estados Unidos está dispuesto a reforzar su ayuda militar.
Pero estas declaraciones no parecen cambiar la postura del estado hebreo. El embajador de Israel ante la ONU, Ron Prosor, acusó al Consejo de “haber recompensado al país más peligroso del planeta”.
“Es un día triste para Israel y para el mundo”, añadió.
Para el jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, la resolución 2231 es “una etapa importante en la puesta en marcha (del acuerdo) y su adopción por unanimidad es una buena noticia”.
El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, uno de los negociadores del acuerdo, espera que de ahora en más el Consejo “cambiará fundamentalmente” su actitud hacia Irán, según escribió en su cuenta de Twitter.
El embajador iraní ante la ONU, Gholamali Khoshroo, invitó a las monarquías del Golfo, preocupadas, por el acuerdo de Viena, a “trabajar juntos para abordar nuestros desafíos comunes, incluido el extremismo violento”.