No obstante, admitió por Radio Continental: “Creo que tenía cuatro me parece: una escopeta de caza, una pistola que me habían regalado que no la había visto nunca porque estaba en una caja y un revólver de dos tiros que me habían regalado también. No compré nunca armas, nunca me gustó comprarlas”.
El ex jefe de Gabinete, además, se opuso al proyecto de creación de Policías Municipales al opinar que puede ser “muy lindo” para los “desfiles” pero, si “existen complicaciones severas” en un distrito, lo que puede haber es un “linchamiento de un intendente” ya que la responsabilidad de la seguridad estaría en el jefe comunal.
“Bajo ningún punto de vista”, respondió Fernández consultado sobre si estaba de acuerdo con los dichos de Granados y de Curto, y agregó: “La familia armada es uno de los problemas más severos que enfrentan los que tienen responsabilidades del cuidado (por la seguridad)”.
Fernández adujo que “no cualquiera tiene la capacidad para poder sacar un arma (de fuego) en el momento oportuno y, normalmente, lo que se hacen son macanas cuando se utilizan”.
“Lo digo porque soy alguien que conoce mucho de armas y que decidí voluntariamente hace unos años, cuando comenzamos el Plan de Desarme (Civil), prescindir de éstas y las regalé todas. Además, di de baja mi credencial de legítimo usuario, así que ni siquiera tengo credencial de legítimo usuario”, enfatizó.
Granados, poco después de ser designado ministro de Seguridad bonaerense, recordó el tiroteo que protagonizó en 1999, cuando ladrones entraron en su casa de Ezeiza y tras lo cual dijo lamentar haber fallado en el tiro a uno de los asaltantes.
“Barbarita (su hija) tenía 10 años; me los quería comer crudos”, rememoró.
Por su parte, Curto participó en un operativo policial y utilizó un chaleco antibalas.
En medio de una entrevista radial sobre el procedimiento, resaltó: “Tengo un arma (de fuego) en mi casa, por supuesto”.
