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Por ahora no puede ser detenido jefe de la barra de Tigre

El jefe de la barra brava de Tigre y dos de sus cómplices que estaban prófugos por los incidentes del domingo pasado, no podrán ser arrestados ya que el juez de la causa ordenó sus detenciones pero dispuso que queden en suspenso hasta que se resuelva un planteo de eximición de prisión presentado por sus defensas.
Fuentes judiciales informaron que en la causa ya hay seis barras imputados, de los cuales sólo uno está preso, dos prófugos con pedido de captura vigente, y los otros tres -entre ellos el jefe de la barra, Raúl Daniel Paz, alias el Negro Fiorucci-, con la orden de captura en suspenso porque sus abogados lograron introducir a tiempo un planteo de eximición de prisión.

Además del Negro Fiorucci, los otros cinco imputados son Marcelo Paulitti, alias Tormenta; Abel Adrián Lavigna, alias "El Gallego"; Diego Gonzalo Gareis; Gustavo Enrique Burkhardt, alias el Tripa; y NN Pivu Garay.

A los seis, el fiscal de San Fernando a cargo de la causa, Alejandro Musso, les imputa los delitos de homicidio doblemente calificado, tentativa de homicidio calificada, lesiones y abuso de armas.

De todos ellos, el único que fue detenido en los allanamientos que el miércoles por la noche realizó el fiscal con Gendarmería es Paulitti, quien ayer se negó a declarar al ser indagado.

Hoy, el juez de Garantías de San Isidro Esteban Rossignoli, a pedido del fiscal Musso, resolvió en primera instancia, convertir en detención la aprehensión de Paulitti, y además ordenar la detención de los otros cinco sospechosos.

Mientras tanto los abogados del Negro Fiorucci Paz, el Gallego Lavigna y Gareis, presentaron pedidos de eximición de prisión que el juez rechazó pero pidió que la orden de captura quede en suspenso hasta tanto esa decisión quede firme en instancias superiores a las que se presentarán apelaciones.

Los únicos que sí están técnicamente prófugos y son buscados por la policía son el Tripa Burkhardt y Pivu Garay.

Los enfrentamientos ocurrieron el domingo pasado, alrededor de las 16, frente al estadio de Tigre, en la localidad bonaerense de Victoria, partido de San Fernando, cuando la hinchada de El Matador se juntaba para ir en caravana hasta el estadio Monumental de Núñez, donde el club jugaba contra River.

Según la investigación, facciones opuestas de la hinchada que se disputan algunos negocios de la barra, el reparto de entradas y los viajes a la Copa Libertadores, se enfrentaron en un tiroteo donde hubo más de 15 disparos y que dejó a ocho personas heridas de bala.

Uno de los heridos más graves, Adrián Alejandro Velázquez (40), murió a los tres días producto de una descompensación ya que había perdido mucha sangre porque tenía un tiro en la arteria femoral. Otros dos baleados que permanecían internados en grave estado son Roberto Cano, con un tiro en la cabeza, y Walter Etchegaray, con un disparo en el tórax.

El fiscal Musso además investiga por qué motivo la cámara de seguridad de calle Perón y Guido Spano de Victoria, frente al estadio, que debió grabar los incidentes, no funcionaba y si hubo alguna intencionalidad en ello.

Entre la serie de allanamientos realizados por el fiscal estuvo la sede del propio club, donde funciona una confitería propiedad del "Negro Fiorucci", y también el local "Tigremanía", ubicado a una cuadra de la estación Virreyes, que vende productos oficiales licenciados por el club, algo que podría demostrar la connivencia entre la Comisión Directiva y la barra brava.

Además, más allá de que la orden del servicio para custodiar a la hinchada hasta la Capital Federal era para las 18, el fiscal investiga si hubo algún tipo de complicidad de la policía bonaerense que no estuvo en el horario de los enfrentamientos, pese a que conocía que la barra de Tigre se juntaba allí para ir a la cancha de River.

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