Los carteles robados , dijo Arlía, "son utilizados como elementos decorativos en habitaciones, jardines, parques y también para la venta", mientras que cada reposición le cuesta unos 1.200 pesos a la Dirección de Vialidad bonaerense.
El titular de ese ente, Ricardo Curetti, advirtió que el robo y destrucción de señales "amenaza la seguridad vial" y remarcó que "se está haciendo un esfuerzo enorme para señalización horizontal y vertical" en la provincia.
La denuncia de los conductores ante este tipo de delito es esencial para revertir la situación y "evitar así cualquier tipo de accidente", indicó Curetti.
"Para el conductor que mantiene una determinada velocidad en una recta, la señal de curva es vital para evitar un accidente", advirtió.
Las dependencias zonales de Vialidad "comunican diariamente el faltante de señales de tránsito", dijo el funcionario y detalló que en el ranking de los daños están la práctica de tiro al blanco y la sustracción de cartelería para el uso en automotores, casas, corrales de animales y mobiliario.
También "es habitual el robo de carteles que indican velocidades máximas en zonas de radares, porque luego este faltante es utilizado como argumento para solicitar la nulidad de multas labradas por exceso de velocidad", apuntó el titular del ente vial bonaerense.