Las últimas cifras del Consejo Nacional de Prevención y Respuesta a los Desastres indican que más de 6,2 millones de personas se vieron afectados por la tormenta tropical, de las que cerca de 26.000 aún permanecen en los centros de evacuación.
El director del organismo filipino, Benito Ramos, indicó que pasarán años hasta que las zonas afectadas, en especial las provincias de Davao Oriental y Compostela Valley en la isla de Mindanao, se recuperen de esta catástrofe.
Las estimaciones del Consejo Nacional de Prevención y Respuesta a los Desastres indican que los daños causados por el tifón "Bopha" ascienden a 24.000 millones de pesos filipinos (unos 585 millones de dólares o 444 millones de euros).
Todavía 10 puentes y una ruta permanecen cortadas y 36 áreas están sin electricidad después de dos semanas del paso del tifón que arrasó parte del archipiélago filipino, según despacho de EFE.
"Pablo", el nombre local de "Bopha", resultó ser el peor tifón que llegó a Filipinas este año y cierra una temporada que empieza por lo general en junio y concluye en noviembre.
El año pasado ocurrió algo parecido con "Washi", que visitó inesperadamente Filipinas la semana anterior a Navidad y mató a unas 1.200 personas.