Los disturbios se iniciaron poco después de las 18 cuando, según dijeron algunos militantes sociales, los agentes que custodiaban el edificio arrojaron gas pimienta a varios asistentes a la protesta.
En seguida, los manifestantes, muchos de ellos con el rostro tapado con remeras y pañuelos, destrozaron con piedras y palos el frente vidriado de la Casa de Tucumán, mientras que otros desplazaban las vallas metálicas colocadas ante el edificio.
Los policías se refugiaron, primero, dentro de la representación de la provincia norteña en Buenos Aires, situada en la calle Suipacha al 100, y luego salieron y dispararon gases lacrimógenos.
Los disturbios continuaron durante varios minutos hasta que los manifestantes decidieron abandonar la zona y caminar algunas cuadras hasta las inmediaciones de la Plaza de Mayo.
"Marita, presente", gritaron allí partidarios políticos de izquierda y representantes de agrupaciones feministas.
En la manifestación participaron, entre otros dirigentes, la diputada nacional del bloque FAP Victoria Donda y el referente del Partido Obrero, Jorge Altamira.
Otra protesta, en tanto, fue organizada frente al Palacio de Tribunales por agrupaciones vinculadas al kirchenerismo, una de ellas Unidos y Organizados.