Los casi 35 grados que amenazaron hoy con derretir el imponente estadio Pipa Tigre fueron el principal enemigo de los miles de hinchas que a más de tres horas del inicio del espectáculo esperaban poder ingresar.
Las caras y remeras empapadas, y las hojas, cartones o lo que tuviesen a mano, fueron el único aliado en la titánica pelea por hacerle frente al calor.
Los stands de decenas de marcas que apoyaron la presentación de Roger Federer frente a Juan Martín Del Potro dieron hoy una postal característica de los espectáculos tenísticos.
En la muy larga hilera de puestos, el más visitado fue el de la marca de la pipa, que viste al suizo y a Del Potro, en el que sobre todo los más chicos esperaron para quedarse con una gorra, una muñequera o una remera de sus ídolos.
Un ejercito de voluntarios al servicio de la organización
Cientos de jóvenes con remeras negras fueron hoy el ejercito con el que contó la organización para asistir a todos aquellos que estaban desorientados o buscaban la puerta correcta para ingresar.
Salían por todos lados, desde debajo de las tribunas, desde atrás de las carpas, desde el interior de los stands o de las ambientes vip.
Los trapitos no pudieron hacer su negocio
Los habituales "trapitos", que tienen su jugoso negocio en todos los eventos deportivos, no pudieron hoy sacar provecho en Tigre, ya que la organización dispuso un efectivo método que contó con cientos de voluntarios encargados de controlar las zonas de estacionamiento.
Dejar el auto en las amplias playas de estacionamiento no tenía costo alguno, sólo se entregaba un sobre en el que los gente dejaba una colaboración voluntaria, que será donada a una fundación.
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