Después llegaron Noelia Pompa y Hernán Piquín, seguidos desde bambalinas por sus respectivas madres, quienes volvieron a deslumbrar con su gracia para la danza y su destreza a la hora de los trucos.
El jurado se deshizo en elogios y destacó especialmente el crecimiento de Pompa, quien en apenas dos años en el certamen se convirtió en una más que talentosa bailarina. Y a la hora de las calificaciones hubo cuatro diez y un puntaje secreto de Flavio Mendoza con muy buena devolución.
Emocionado por volver a bailar clásico, un género en el que brilló pero que por una lesión le dijeron que ya no podría practicar, Piquín sostuvo que quieren volver a ganar el concurso y convertirse junto a su soñadora en bicampeón.
Más tarde llegaron Magui Bravi y Jorge Moliniers, quienes también tuvieron excelentes calificaciones. A Carmen Barbieri le gustó pero marcó un error, por lo que levantó un 9, mientras que Mendoza dijo que le había faltado "una vueltita de rosca". El resto calificó con diez, incluso Marcelo Polino, quien siempre fue especialmente duro con la campeona de "Soñando por bailar".
"Sé que has estudiado y trabajado desde chica para lograr este presente. Tu papá te acompaña (desde la tribuna) y sé que tu mamá sin estar esta noche acá te está bancando", le dijo a la participante.
Muy emocionada, Bravi rompió en llanto y explicó la ausencia de su progenitora. "Hoy me llamaron de la producción, que por favor viniera mi familia. Mamá no puede porque está enferma, está internada y ella está apoyándome como puede. Estoy haciendo todo para que salga todo bien y brillar por ella también", dijo.
Después apareció en el estudio Andrea Rincón, luego de quedar eliminada la noche anterior, y tuvo un curioso entredicho con Santiago Bal, presente en el lugar para ver bailar a su hijo Federico.
Así, él la acusó de faltar a los ensayos de la obra "Noche de astros", en la que compartirán cartel, aunque ella reveló que no se cruzaban porque no iba a realizar el sketch que tenía previsto con el humorista, debido a que no le había gustado el guión.
Y a los pocos segundos entró en el estudio el hijo de Barbieri y Bal, muy movilizado por la presencia de sus padres. "Es una emoción tener a mi viejo ahí y a mi vieja allá", dijo. Y después fue testigo de cómo su padre intentaba un acercamiento a su madre, impulsado por Tinelli, antes de ser rechazado educadamente por la jurado.
"Hoy estoy pasando una de mis mejores noches. Con lo que dijo la Rincón y lo que dijo Carmen me hicieron mierda", bromeó el humorista, quien escuchó resoplando -un gesto que hace cuando se pone nervioso- los argumentos de su ex de por qué no quería volver con él.
Sin embargo, el tragicómico drama familiar no hizo mella en la performance de Federico y Yanil García, quienes recibieron elogios y altos puntajes de Barbieri, Casán y Pachano. Faltaba Polino, pero el participante quiso tener la palabra antes.
"Sé que la historia de mi vieja, mi viejo y yo no la compras ni te gusta. Pero quiero que evalúes el baile porque me rompí el alma", reclamó. El chimentero, sorprendido, cambió el buen semblante que había tenido hasta el momento y, posiblemente, su calificación. "Me gustó la propuesta, les falta un poco pero han avanzado mucho en este show", dijo antes de levantar un ocho, visiblemente molesto con el pedido de Federico.
Después, el pequeño Bal se dio cuenta de su exabrupto y le pidió disculpas al periodista; antes de que Marcelo Tinelli propiciara un acercamiento entre Barbieri y su ex que terminó con un amistoso abrazo entre ellos. (Reporter)
