Se trata una voz masculina que aparece en el celular de Sfeir cuando se estaban levantando mensajes y que diría la frase "yo la mandé matar", dijeron fuentes del caso.
Fue por eso que se le solicitó a la Gendarmería Nacional que hiciera una pericia para confirmar si esa afirmación fue pronunciada por Sfeir, pero los expertos no pudieron ratificarlo de manera rotunda.
Los analistas explicaron al fiscal que la computadora no puede encontrar coincidencias ciento por ciento porque "la frase es muy corta y deben estar todas las vocales" para completar correctamente ese trámite, aunque a la vez destacaron que sería "el mismo patrón de voz" del viudo. En esa frase faltarían entonces las letras "i" y "u".
En la causa declararon el personal de la SIDE que hizo la escucha y los responsables de la empresa de telefonía para confirmar que "hay un sonido ambiente" que permitiría pensar en la autenticidad de la grabación.
En ese sentido, los que impulsan la acusación contra el viudo dejaron trascender que mientras su esposa permanecía desaparecida, el viudo levantó un mensaje de voz sin darse cuenta de que el micrófono estaba activado y se registró la frase que le decía a alguien con el que estaría hablando.
El abogado José Vera, que representa a la familia de Prigent, dijo a DyN que "esto viene a ratificar las serias sospechas y pruebas que existen contra Sfeir".
Pero su colega Rubén Jones, representante de Sfeir, aseguró que su cliente es inocente, que ese mensaje "no es una prueba seria" y que la tarjeta SUBE de la víctima "hace caer la hipótesis de la Fiscalía porque demuestra que Prigent fue voluntariamente" hasta el lugar donde fue hallada.
Tal como lo reveló ayer la agencia DyN, la defensa solicitó que esa prueba -la tarjeta SUBE- fuera informada a la Cámara de Apelaciones de San Isidro, que se encuentra analizando si confirma la prisión preventiva de Sfeir.
También analiza la situación de Jorge Bini, un empleado informal de Sfeir quien se autoincriminó como el autor del homicidio y explicó que tenía una relación sentimental con la víctima que quiso interrumpir y por ello, en el marco de una discusión, la mató accidentalmente con un arma que llevaba la maestra.
Silvia Prigent, de 50 años, fue vista por última vez en una parada de colectivos de San Fernando por unos vecinos que la observaron de "buen humor" y yendo a hacer unas compras a la localidad de El Talar de Pacheco, según les dijo la víctima.
Sin embargo, la mujer permaneció desaparecida hasta que el domingo 6 de enero su cadáver fue encontrado en un descampado en las inmediaciones de la ruta 26, en San Fernando.
Fue un llamado anónimo el que alertó sobre la aparición del cuerpo a la familia de la víctima, y poco después se descubrió que el propio Bini había hecho la llamada, y que también intentó vender el celular de la víctima.
La familia de la maestra, sin embargo, sostiene que el autor del homicidio fue Sfeir, porque mantenía una relación sentimental con otra mujer que vivía muy cerca de donde se encontró el cuerpo.
