Y fue justamente en el Cementerio de los Elefantes, así bautizado el hermoso estadio de Colón de Santa Fe. Y el Elefante era hoy Argentina, que cayó ante la cuidadosa estrategia de Uruguay.
Entonces, allá en el 50 los charrúas tenían al gran Ademir, pero Ghiggia y Obdulio Varela y Schiaffino pusieron el pecho. Como hoy Suárez, Forlán o Lugano, le hicieron frente al igualmente grande Lionel Messi.
Y entonces Roque Máspoli fue el que aguantó bajo los tres palos, como hoy lo hizo un enorme Fernando Muslera. Festeja Uruguay, por el hoy y por honrar de la mejor forma la mayor hazaña en un Mundial de fútbol.