Indicó que en los dos últimos años el país experimentó una recuperación económica sobre la base de “la estricta disciplina de las finanzas públicas, un déficit público muy bajo, el control de la inflación -la más reducida de los últimos 41 años- y un elevado nivel de competitividad”.
Blanes Casas explicó ante la plenaria mundial que, en 2010, “se crearon más de 730 mil empleos netos y formales, registrados en el Instituto Mexicano de Seguro Social -el número más elevado de los últimos 14 años- y, en lo que va del año, más de 320 mil adicionales”, aunque reconoció que “lo alcanzado hasta ahora en materia de trabajo no es suficiente ni satisfactorio”.
“Podemos y debemos ir por más. El empleo formal tiene que ser principio y fin de toda política económica de un gobierno humanista para alcanzar los mejores niveles de contratación, de salarios, prestaciones, capacitación, productividad, seguridad social y seguridad e higiene laboral”, puntualizó.
Blanes Casas enfatizó que su gobierno tiene como objetivos laborales fundamentales “la competitividad, la productividad y el trabajo decente”, y sostuvo que el país aplica “mecanismos formales de diálogo social permanente, respetuoso y constructivo, porque considera que el tripartismo es el vehículo idóneo para incrementar las fuentes de empleo y el nivel de vida de los trabajadores”.
“Ejemplo de ello es la industria azucarera, que merced al avance del sistema de medición de la productividad ha logrado la paz laboral, el diálogo permanente, el respeto irrestricto de los derechos de los trabajadores y un nuevo contrato-ley orientado a la productividad”, dijo.
Subrayó que la aplicación de ese modelo fue motivo de reconocimiento por parte de la OIT en 2010, a la vez que indicó que “otro ejemplo es la industria textil, en la que se modernizaron los contratos-leyes en todas sus ramas y géneros , beneficiando a casi 18 mil trabajadores que prestan servicios en 246 empresas”.
“Tenemos hoy los mejores indicadores históricos sobre paz laboral. De más de 50 mil industrias registradas sólo estallaron 85 huelgas en los últimos cuatro años y medio. Pero preocupa que la recuperación económica no traiga consigo la del empleo. Existe aún una tasa de desocupación juvenil de 9,6 por ciento, que se contrasta con la de desempleo general del 5,2”, afirmó.
Sin embargo, reconoció que aún en el primer trimestre del año más del 54 por ciento de los trabajadores, según la metodología utilizada por la OIT, permanecían ocupados sin acceso garantizado a la seguridad social, por lo que el gobierno impulsó una reforma laboral para facilitar la consecución de esos grandes objetivos; competitividad, productividad y trabajo decente.
“Una reforma integral de la Ley Federal del Trabajo incidiría en el establecimiento de condiciones que permitan el acceso de jóvenes, mujeres y mayores de 40 años a empleos formales, a perfeccionar la productividad para mejorar los ingresos de los trabajadores sin sacrificar sus derechos y a armonizar las disposiciones de la norma con los convenios internacionales”, concluyó. (Télam)