El amparo fue presentado por Mariana Gallego, la abogada de Juana Viale, y quedó radicado ante el juzgado en lo civil 47, a cargo del magistrado Horacio Maderna Etchegaray.
El escrito invoca como antecedente judicial que "en la década del '80 se intentó publicar en varios diarios una solicitada de apoyo a Jorge Rafael Videla. La publicación no se concretó pese a que el espacio de la solicitada estaba pagado previamente. La libertad de prensa y expresión cedieron ante la manifiesta voluntad de pregonar a través de la prensa una cuestión que era claramente delictual".
La publicación de Paparazzi da cuenta de una supuesta reunión entre el economista y la actriz que -según la presentación judicial- es falsa. La abogada propone como prueba "las constancias de ingreso y egreso en la guardia del country de zona norte donde vive Viale y fundamentalmente un informe a la compañía de su celular para que indique cuáles son las celdas donde se encontraba conectado su móvil durante las horas en que se la sindica en casa de o con Lousteau".
El juez Maderna Etchegaray ordenó como medida de prueba "con carácter de urgente" que la compañía de telefonía celular informe sobre en qué celda se encontraba el móvil de Viale, indicó la letrada de la actriz.
La abogada Gallego aclaró que "no se trata de un caso de censura previa ni nada parecido. Hay una publicación falsa, una tapa que va a generar un gran escándalo mediático dos menores inocentes y uno por nacer. Es absolutamente injusto que toda una familia se vea sometida a la presión mediática basándose en una situación que no es ni remotamente cierta".
"Soy víctima de una noticia falsa que sólo persigue un beneficio económico dañándome, abusando del derecho de libertad de prensa", escribió Viale en la acción judicial.
La causa había quedado radicada inicialmente ante la jueza civil Laura Inés González, a cargo del juzgado 49, porque allí se había tramitado otro amparo Viale había presentado contra la Editorial Perfil para prohibir que le saquen fotos a su hija Ambar.
La magistrada González consideró que no había conexidad entre ambos expedientes y ordenó un nuevo sorteo de juez y allí la causa quedó en manos de Maderna Etchegaray.
