El sueño por el que compitió Moli era la mejora y abastecimiento de un merendero en la pequeña localidad cordobesa de Bell Ville, coordinado por una vecina del lugar, Teresa Lazo.
La mujer había denunciado la semana pasada en algunos medios que a pesar de que mucho se festejó el triunfo de Moli, ni él ni Ideas del Sur se habían acercado para coordinar la concreción del sueño.
Ni lerdo ni perezoso, Fort tomó su abultada billetera y en un gesto desafiante donó el dinero necesario para mantener en pie el lugar y darle alimento a los niños que concurren allí, pegándole en un mismo gesto a su enemigo Moli y a la empresa de Tinelli, con la que no arregló su continuidad en 2011.
"A mí me llamó la señora del merendero y me dijo que necesitaban un montón de cosas. Ella tenía la ilusión que tal vez alguien se acercara. Es un sueño que se les prometió y que se debía cumplir", aseguró el musculoso, quien consiguió mucha pantalla esta semana con su programada venganza.
Si bien Moli reconoció que nunca visitó el lugar por falta de tiempo, dado que los ensayos le absorbían todo su tiempo, desde Ideas del Sur comunicaron que su margen de tiempo para poder donar el dinero son tres meses y que todavía ese lapso no se cumplió, por lo que no están en falta. (Reporter)
