Las pericias médicas concluyeron que la víctima sufrió "aplastamiento pelviano y múltiples fracturas, con evisceración y lesiones de varias asas intestinales, ovario derecho y uretra".
Las lesiones le produjeron una incapacidad parcial y permanente para trabajar, incapacidad auditiva de 98,8 por ciento, y disfunción sexual que le impide tener hijos.
Los jueces Fernando Posse Saguier, Hugo Molteni y Ricado Li Rosi sostuvieron que "las secuelas psicofísicas de carácter permanente" que padece la víctima, hoy de 27 años, y sus condiciones personales cuando ocurrió el accidente (la edad, que era soltera y que cursaba el secundario) ameritaban fijar una indemnización de 950 mil pesos más los intereses en concepto de incapacidad sobreviniente, daño moral y gastos médicos.
"No se trata de compensar dolor con dinero sino de otorgar a los damnificados cierta tranquilidad de espíritu en algunos aspectos materiales de sus vidas a fin de mitigar sus padecimientos", explicaron los magistrados en el fallo al que accedió DyN.