Del espanto a la arrogancia

¿Es legítimo arrogarse la representatividad de los vecinos sin tener en cuenta la pluralidad que contiene nuestra sociedad y habiendo perdido las elecciones?

Por: Rubén Agnez Primero fue el espanto. Desde Acción Comunal expresaron pavor por los democráticos modos de atribuir las presidencias de las comisiones en el Concejo Deliberante. Ahora es el turno de la arrogancia. Se creerán dueños de la verdad y pretenden apropiarse del vecinalismo bajo una aparente humildad; constituyéndose en los hechos un acto de soberbia.

Respetuosos de la voluntad popular, deberían escuchar primero el resultado de las urnas. En segunda instancia, atender los reclamos que no fueron escuchados por Acción Comunal, y finalmente acompañar, en gestos de grandeza, la nueva gestión que se inició con Sergio Massa.

El objetivo que me mueve en la política es el mismo de siempre: estar al lado de la gente procurando ayudar a mejorar la calidad de vida de todos los vecinos. ¿Puede este deseo provocar tanto malestar en ACCION COMUNAL y en ERNESTO CASARETTO como candidato o intendente?

Quienes trabajamos durante veinte años con Ricardo Ubieto, un genuino referente entre todos los vecinos, sabemos que es necesarios mirar para adelante y los enfrentamientos en la búsqueda de culpables por la derrota electoral de octubre, todos tendrán responsabilidades. Es más bien momento de acompañar de nuevo a los representantes del pueblo, atender a las demandas de los vecinos y utilizar las energías en construir una alternativa para aquellos que procuran un cambio, y todo de manera democrática .Así revertir el viejo precepto que los vecinos son propiedad de los dirigentes; todo los contrario: son los dirigentes quienes deben estar a su servicio.

Rubén Agnez