Concretamente, Sarkozy exige para sí mismo el derecho de presentar su política ante el parlamento.
Una comisión analizará hasta el 1 de noviembre otros aspectos de la reforma, como "una dosis de representación proporcional" para la Asamblea Nacional, la limitación del presidente a una sola reelección y la definición del papel del primer ministro, apuntó.
Sarkozy dijo estar dispuesto a someter el presupuesto presidencial al control del Tribunal de Cuentas, pero se mostró escéptico sobre la posibilidad de retirar al Ejecutivo la capacidad de imponer leyes sin la aprobación del parlamento.
En su discurso, Sarkozy se alineó claramente detrás de la figura de De Gaulle. Las instituciones de la V República son las mejores de los últimos dos siglos, aseguró.
La comisión que evaluará los posibles cambios constitucionales estará presidida por el ex premier conservador Edouard Balladur.
Sarkozy invitó también al ex ministro socialista de Cultura Jack Lang a integrar el grupo de trabajo.
El Partido Socialista suspendió por ello a Lang de la presidencia, profundizando la crisis de liderazgo en la oposición. (Télam).