La China Suárez y Benjamín Vicuña enfrentan nueva disputa por la crianza de sus hijos

La relación entre China Suárez y Benjamín Vicuña atraviesa un conflicto que impacta directamente en la crianza de sus hijos menores, Magnolia y Amancio. Según trascendió, ambos mantienen contacto únicamente a través de sus abogados, mientras negocian acuerdos de crianza y viajes internacionales.

El conflicto se intensifica debido a que los niños no se mudarán al extranjero con su madre, a diferencia de Rufina, hija que la actriz tuvo con Nicolás Cabré. La dificultad para llegar a consensos quedó evidenciada tras la suspensión de la licencia permanente para viajes, lo que obligó a establecer pautas estrictas en cada movimiento de los hijos.

Según informaron desde el canal 13, los abogados de ambas partes negocian minuto a minuto para evitar un quiebre mayor, pero las discusiones recientes en redes sociales y los choques mediáticos complican aún más la situación.

A esto se suma la nueva exigencia profesional de Vicuña, quien trabajará durante dos meses en una producción dirigida por Daniel Burman en Uruguay. Esto dificulta su presencia constante como padre en Buenos Aires. La situación alcanzó un nuevo punto de tensión cuando Vicuña solicitó autorización para que Magnolia y Amancio lo acompañaran algunos días a Uruguay, y la respuesta de la actriz fue negativa, alegando que los niños debían asistir al colegio.

La situación se agravó cuando Suárez se enteró por medios de comunicación de que Vicuña se quedaría instalado temporalmente fuera del país, lo que aumentó su enojo. Mientras tanto, los más afectados son los hijos, quienes deben adaptarse a la dinámica marcada por decisiones de adultos cada vez más distantes.

El conflicto se complejiza además por la necesidad de Vicuña de dividir su tiempo entre sus hijos con China Suárez, los que tuvo con Pampita y su hija menor Anita Espasandín, dejando poco margen y generando nuevas tensiones.

Desde Implacables señalaron que, al igual que Vicuña le negó un permiso de viaje a Suárez, ahora ella tomó la misma postura frente a su pedido. La guerra legal y mediática entre ambos sigue abierta, con acuerdos frágiles y efímeros. Lo que alguna vez fue una historia de amor se transformó en un campo de batalla legal y emocional, donde los hijos se encuentran en el centro de la disputa.