Epstein se limitó a dar las últimas cifras contabilizadas en Guinea: 6 casos y 3 decesos, lo que eleva el número de infectados en ese país a 406, de los cuales 304 han muerto.
El portavoz especificó que a pesar de que parecía que los casos en Guinea habían disminuído, la evidencia demuestra que persisten los contagios.
La OMS permanece preocupada porque persisten creencias erróneas entorno a la enfermedad, y la población no renuncia a costumbres ancestrales como lavar y abrazar los cadáveres antes de enterrarlos, lo que los expone al contagio con el virus.
La enfermedad -que se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados- causa hemorragias graves y puede tener una tasa de mortalidad del 90%.
Epstein aclaró que el reiteradamente anunciado establecimiento del un Centro de Coordinación Epidémico en Conakry para coordinar y armonizar el apoyo técnico ofrecido a los países afectados, y la prevención en el resto de naciones que los rodean, aún debe concretarse, pero que espera que comience a funcionar esta semana.
La OMS activó la Red Global de Alerta y Respuesta (GOARN, por sus siglas en inglés) -una red formada por agencias internacionales, gobiernos, universidades y otras entidades- y solicitó especialistas en diversas áreas que puedan viajar a los tres países implicados para intentar contener el brote.
Esta es la primera vez que se identifica y se confirma una epidemia de ébola en Africa Occidental, pues hasta ahora siempre se habían producido en Africa Central.