Según la acusación, varios menores de edad asistidos por esa dependencia presentaban comportamientos exaltados, “fuera de sí”, como si estuvieran bajo los efectos de psicofármacos.
Tras varios meses de entrevistas con los jóvenes y análisis de las filmaciones de una cámara de monitoreo, ubicada en las inmediaciones del establecimiento, se logró detectar un ingreso y egreso de jóvenes “en actividad sospechosa” a esa farmacia.
El local fue allanado por orden del juez de Garantías platense, Fernando Mateos y se secuestraron recetarios médicos para psicofármacos, sellos, un CPU y libros de registros de medicamentos, según informaron fuentes policiales.
Además, en el procedimiento se constataron una serie de irregularidades comerciales, entre ellas que la habilitación estaba vencida, por lo que se dispuso su clausura.
