Según el Gobierno, el 90 por ciento de los aires acondicionados que se venden en el mercado argentino son de las clases A, B, C y D, teniendo en cuenta que mejora la eficiencia de consumo energético a medida que la letra identificatoria es más cercana al inicio del alfabeto.
De acuerdo a las normas internacionales, un acondicionador de aire de clase C de eficiencia energética en modo refrigeración consume un 7 por ciento menos de energía que uno correspondiente a una clase D y un 25 por ciento menos que uno correspondiente a la clase F.
A partir de ahora, los aires acondicionados que se vendan en el país "deberán consumir un nivel máximo de electricidad correspondiente a la clase E del índice de eficiencia energética, establecido en la norma IRAM 62406 de 2007", según lo dispuesto por la resolución de la Secretaría de Energía.
En tanto que a partir de junio próximo, sólo se podrán comercializar equipos cuya eficiencia energética sea clase D y a partir del 1 de marzo del 2012, deberá mejorarse un escalón hasta llegar al nivel C.