La policía bonaerense, por orden de la fiscal María Virginia Toso, intentaba capturar a Sánchez, que ante la posibilidad de ser condenado no concurrió a la última audiencia del juicio oral.
La Rocca, en cambio, fue apresado al día siguiente en su casa, según informaron a La Nacion fuentes de la causa.
Hace diez días, al finalizar su alegato, la fiscal había solicitado las detenciones de Sánchez y La Rocca, debido a que enfrentaban la posibilidad de ser condenados a una pena de prisión de cumplimiento efectivo y porque consideró que contaban con los medios necesarios para intentar escapar y eludir a la Justicia.
Pero el tribunal, en esa oportunidad, rechazó el pedido de la fiscal. Los dos acusados, que habían concurrido a casi todas las audiencias, faltaron al juicio el día de la sentencia.
Luego de un juicio que duró poco más de un mes, los jueces consideraron a Sánchez y La Rocca responsables de los delitos de estafas reiteradas y falsedad ideológica de instrumento público.
Para el tribunal, quedó probado que ambos imputados pergeñaron una maniobra en la que, luego de falsificar una declaratoria de herederos, vendieron en cuatro oportunidades una propiedad situada en Martínez, que pertenecía a un joven identificado como Martín Fuertes.
A partir de los testimonios de los psicólogos y psiquiatras que revisaron a Fuertes, se acreditó que el muchacho era incapaz para realizar cualquier tipo de operación inmobiliaria y que los dos acusados se valieron de esa minusvalía, de su carácter influenciable, para quitarle su casa. Tanto Sánchez como La Rocca deberán enfrentar otro proceso por un hecho similar ante el Tribunal Oral N° 7, de San Isidro.
