Además señaló que la sociedad mira con inquietud esta situación, “en el que los demonios se están despertando”, porque si llegan a perder la elección los Kirchner no se van a retirar tranquilamente del poder. “Ojala lo hagan”.
Si bien evitó ser pesimista, Maresca sostuvo que lo ocurrido “es un anticipo de males mayores que pueden llegar a suceder en esa dirección”, y recordó que la violencia política en la Argentina no empezó en 1976, “como señalan algunos”, sino que es una tradición que viene desde antes de 1810.
También marcó que la violencia no es solo política en el país, se encuentra en todos los ámbitos, “se lo puede ver en la calle, en la manera de manejar de la gente y en la forma en que nos vinculamos”.
El filósofo pidió evitar este clima de violencia incipiente, “cuanto antes se evada mucho mejor, porque cuando hay violencia es muy terrible lo que ocurre”.
Luis Viviant
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