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La Argentina necesita un plan integral de seguridad, y “no charlas de café”

Lo remarcaron Miguel Ángel Toma, Jorge Enríquez, Norberto Quantín y la diputada Alicia Comelli. También sostuvieron que para avanzar es necesario “desideologizar el tema y dejar la demagogia de lado”. Fue en el encuentro “Cómo hacemos un país más seguro”.
Ante el crecimiento de la inseguridad, los últimos hechos de violencia extrema en diversos puntos del país, y el reclamo de la sociedad por la implementación de medidas concretas al Estado, se realizó el seminario “Cómo hacemos un país más seguro” donde se planteó la necesidad de un plan de seguridad integral en la que haya una política criminal con prevención y contención para que se complemente con la promoción del trabajo y la salud.

En el encuentro, organizado por Consenso Republicano, participó Miguel Ángel Toma, ex Secretario de Inteligencia de la Nación, Jorge Enríquez, ex diputado de la Ciudad de Buenos Aires, Norberto Quantín, que se desempeño como Secretario de Seguridad de la Nación y la diputada Nacional Alicia Comelli.

Comelli, que integra la Comisión de Seguridad Interior en el Parlamento, sostuvo que la seguridad “es un tema que debe estar en el Congreso y no en los debates televisivos”, porque es un tema prioritario de la gente, y los políticos “debemos hacernos cargo y ponerlo en la agenda pública”. “Hay que avanzar, salir de la parálisis, de la impotencia y de las charlas de café”.

Por su parte, Quantín dijo que entre los políticos hay un desentendimiento muy preocupante por la seguridad, y fue concreto al señalar hay que dejar la demagogia de lado, “no se trata de fórmulas mágicas, sino de tener sentido común y sobre todo que haya una fuerte presencia y vigencia de la ley”.

Enríquez subrayó que no se avanzó sobre la inseguridad, “se está retrocediendo cada día más porque no se reconoce el problema”, y apuntó al Gobierno:“Estamos hablando de un país más seguro y desde el más alto vértice del poder se llama a incumplir una resolución de La Corte, así se nos va la República con estas actitudes”.

Sostuvo que se está ante un debate “ramplón, chato y de una política de vidrio roto”. “Este problema hay que desideologizarlo, y nos cabe a todos”, y marcó que la inseguridad no la inventan ni Clarín, ni TN, ni La Nación, “es algo que sucede, porque nos lo cuenta la gente”.

“No se debemos hablar de diagnósticos porque estamos cansados, hay que ir a las propuestas concretas”, expresó Toma y agregó que “se necesita actitud y decisión para detener la fábrica de delincuentes, consecuencia de la marginalidad y la pobreza”.

“No hay respuestas adecuadas para los tiempos que estamos viviendo”, y apuntó a Aníbal Fernández: “Los que dicen que la inseguridad es una sensación mejor que vaya al psicoanalista”.

A su vez lamentó que no haya conciencia de la gravedad que está avanzando en el país, “nula coordinación con los servicios seguridad de exterior, no hay radarización de las fronteras, policías que salen como chorizos de las Academias y un Servicio de Inteligencia (SI) que en vez de cuidarnos nos pinchan los teléfonos”.

Toma remarcó la necesidad de volver a revalorizar las instituciones y desideologizar el tema de la seguridad, “porque con la excusa de los derechos humanos la policía pasó a ser el enemigo público número uno”.

Luis Viviant
luisv@elcomercioonline.com.ar

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