Para colmo de males, el carácter sensible y más apaciguado de la bailarina de "Pour la Gallery" fue puesto a prueba cuando varias de sus compañeras le reprocharon que su padre le pusiera un inédito 10 de puntaje.
"Fue un acto impulsivo de mi viejo. En el programa mi viejo hace de malo, pero últimamente se relajó, vota lo que siente y desde ese día pone notas más altas. Muchos creen que para mí es mejor que mi viejo sea jurado pero es un error: ¡tengo mucha más presión!", le dijo Sofía a la revista Gente.
Es que para la ascendente joven no se le escapa que su inclusión en las grandes ligas está indisolublemente ligada a su progenitor, a pesar de contar con una amplia formación e innegable talento.
"En mí mandaron siempre los genes. Desde muy chiquita quería subir al escenario y por eso estudié danza-jazz, canto, actuación, maquillaje y ahora Diseño de Imagen y Sonido en la UBA", explicó.
De a poco la fama de la joven comienza a crecer y la semana pasada fue noticia al desfilar vestida de novia para el diseñador Darío Arbina en el Buenos Aires Alta Moda (BAAM), aunque ve lejano su paso por el altar.
"Acepté porque me pareció un gran paso de comedia. Además, ¡con mi metro cincuenta y siete cerré el desfile! Pero que mis padres no se hagan ilusiones, no voy a casarme por ahora", aseguró divertida. (Reporter)
